Sin Titulo - Quinta Parte

Del Diario de Adrian Oscar Álvarez

¡¡¡Hoy fue un gran día!!! ¡¡¡Uno de los más tranquilos que tuve!!! Cuando amaneció, me puse las pilas y decidí ir a la cocina, teniendo cuidado de no despertar a Manu; también tuve mucho cuidado de no hacer ruido al salir de la habitación hacia la sala hexagonal. Sería muy malo que "alguien" sintiera mi presencia y se arruinaran mis planes… Cuando estuve abajo, pedí permiso del mayordomo para preparar algo. Él me dijo que si, ¡y puse manos a la obra! Puse a prueba mis habilidades de cocina y preparé algo de mi pueblo: Magadalena, chilate con Nuégados de yuca, pan dulce y chocolate caliente. Creí que eso sería bueno para empezar, la verdad no sé qué tanto coman los chilenos, pero por si las moscas no le llegase a gustar, preparé huevos con chorizo, frijoles fritos, casamiento, y algo de queso fresco y requesón que me traje de contrabando. Cuando terminé de hacer y deshacer en la cocina, puse todo en una canastita, y la envolví con una manta, para que se mantuviera calientito... ¿¿¿Por qué será que acá siempre está helado??? ¡¡¡Por Dios y que voy a quedar hecho paletita acá!!! Y yo de atenido que no me traje más colchas o alguna chumpa. ¡Es que no me iba a caber con las otras ondas que me traje! Si eso de milagro que no se me arruinó el queso, si no hubiera tenido que botarlo junto con los frijoles, los dulces de feria y el pollo campero que compré en el aeropuerto… ¡¡¡Gracias a Dios y tengo leche!!! Bueno, terminé de hacer lo que iba hacer, y me fui con cuidado a despertar a Manu… -Manu... -hablaba quedo, mientras lo movía suavemente, para que se despertara-. Manu~ Despertate manu~

-Mmm... ¿Q-qué weá pasa…?

-Ya es hora de levantarse Manu...

-Mmm... ¿Qué hora...? –bosteza-. ¿Qué hora es weón.....?

-Son las 6:00... Está oscuro todavía, pero ya no tarda en salir el sol. En lo que te alistás amanece... ¡Apurate! ¡Levantate ya!

-¿¿¿Y para que querí que me levante tan temprano???

-¡Para que probés de mi comida! Vos me dijiste que te gustaron mis dulces, y que querías probar de mi comida algún día... Además, hoy quería que salieras a comer conmigo afuera, en el patio ese de allá... ¿Querés o no querés?

-¿Tú cocinaste? Wow, no pensé que lo ibai a hacer... ¡Espérame un rato chico que me cambio!

-Dale pues, ¡pero aligérate! Mientras más temprano salgamos, menos gente hay y abunda mas la comida... Los desperté y salimos de puntitas del castillo. Lo llevé afuera, a un sitio que logré encontrar desde lo alto de mi ventana. En uno de los gigantescos patios había un lugar en la más requinta esquina, que estaba como escondido por un par de paredes cubiertas con trepadoras... Curiosamente, era un tipo anexo a un jardín pequeño, con diseños circulares de rocas en el suelo y para nuestra sorpresa, el lugar tenía una mesa de patio construida con piedra. ¡Un lugar realmente bonito! Y con la claridad y la frescura de la mañana, aún más. Cuando nos asentamos ahí, dimos un vistazo al lugar... El lugar en sí era un circulo: Jardines de flores exóticas siguiendo la línea de la pared, y al centro, un árbol alto de hojas rosadas que caía en forma de cascada, y debajo (o mejor dicho, adentro) de él estábamos nosotros, con la mesita de piedra. Parecía como que sí era privado o algo por el estilo. Yo vigiaba por si había alguien, pero no. Luego de que viéramos a nuestro alrededor, nos dispusimos a desayunar con la comida que Mua~, había preparado... Esperé ansioso para ver qué me decía el flaco acerca de la cocina guanaca, pero no me dijo mucho, solo que estaba "rico"... ¡Bueno! Con eso me conformo, aunque pienso que debí hacer algo mejor para destacar un poco más... ¡Puya! Bueno, después de que comimos nuestro desayuno típico, estuvimos platicando un rato, mientras disfrutábamos del paisaje... ¡Era increíble que todo esto estuviera sobre un acantilado! El castillo se miraba un poco viejo; de seguro tiene algunos cientos de años aquí... Mmm... Por lo general estas cosas de miles de años están embrujadas, pero no ha pasado nada extraño, además de los ruidos raros de anoche, ¡pero de seguro no es nada importante! Los fantasmas no existen, los fantasmas no existen, los fantasmas no existen, los fantasmas no existen… Decidimos que era mejor que nos fuéramos de nuevo para el castillo. De seguro se estarían preguntando dónde nos encontrábamos y cosas por el estilo. Yo no quería, disfrutaba realmente la tranquilidad de estar afuera, y si regresábamos, a lo mejor "alguien" estaría despierto y me amargaría la existencia más de lo que ya lo hace, pero asentí y nos fuimos. Cuando llegamos al castillo, pasamos por el comedor... ¡Y qué sorpresa al ver que los demás comenzaban a bajar para el desayuno! Montón de huevones... Alejandro como siempre, me regaño un poco por haber salido sin avisar; por no haberlos invitado; por travesear en cocina ajena; por llevarme a Manu; por usar sin permiso la propiedad; por salir muy temprano; por... ¡qué sé yo! Perdí la cuenta, porque no me interesó. Luego de eso, nos dirigimos a explorar el castillo. Me di cuenta de una torre a la que se podía accesar fácilmente desde nuestra sala hexagonal, y luego de sacar una mi maleta de mi cuarto, subimos hasta lo más alto de la torre. Tardamos como… media hora en subir, ¡Estuvo perra la subida! ¡Pero valió la pena! La vista era amplia y pudimos ver aún más alto que mi balcón. Vimos unos bosques de pinos, algunas colinas y el bello y azul mar… Para no aburrirnos allá arriba, de la maleta que me llevé saqué unos juegos de mesa, un PSP y una hamaca, además de otra bolsa con dulces... Pasamos la mayor parte del día allá arriba. Estuvimos muy entretenidos, jugando No te enojes, Monopolio, Jenga, Dominó, Clue, y... ¡Ah! También le enseñe a Manu a Chiviar. Cuando bajamos para cenar, Ale andaba todo ajolotado; me extrañó mucho, porque él siempre es serio y ordenado, más parecía que algo importante se le había perdido... Como no soy curioso, fui y le pregunté, a lo cual me respondió alterado que si no había visto a Abel o a Diego, que no los había visto en todo el día, y que temía que algo hubiesen hecho, que nos costara dinero arreglar...  A decir verdad, yo tampoco los he visto. Eso es extraño, algo estarán planeando... Mientras no me afecte ni física ni psicológicamente, ¡me vale! Para calmarlo un poco, porque verlo así me estaba alterando a mí también, le dije que ellos, al sentir el olor a comida, aparecerían sin tener que llamarlos. Ale asintió y medio se tranquilizo. A la hora de la comida no aparecieron, ni el uno ni el otro... cosa rara, porque la cena estuvo muy rica y abundante... ¡Bueno! Terminamos de comer y calabaza, calabaza,  cada quien para su cama. Manuel se dirigió a su cuarto, dijo que esperaría a que Diego llegara. Al parecer estaba preocupado por él... Hablando las meras netas, a mí también me preocupa el maje. Me hace falta que alguien me esté acosando todo el día... De veras que hace falta... ¡Gracias a Dios y él no puede leer este diario, sino quién sabe lo que diría, y ni yo que quiero saber! Dejé la puerta de mi cuarto abierta para ver si llegaba. Espero que no haya hecho alguna bayuncada, Espero que... Espero que nada malo pase... Son las 12:35 y aún no aparecen... ¿¿¿Dónde estarán esos dos???